Motivos de consulta en medicina estética.

Bienvenido a mi blog, un espacio destinado a la salud , bienestar, armonía, deporte, y todo aquello vinculado a la medicina estética.

Mi intención es la de presentarte herramientas que pueden influir positivamente en tu vida, ayudándote a alcanzar o mantener un estado de bienestar mental y físico, para que disfrutes de tu vida con plenitud y salud. Además, podrás compartir estas ideas con quien tu quieras para que otras personas se beneficien de un estilo de vida más saludable.

Mi compromiso es ofrecer una medicina segura y adaptada a las necesidades de cada uno de mis pacientes. Puedo mejorar tu calidad de vida, exaltando la belleza con naturalidad y sin alterar tu esencia.

Me motiva poder guiar e inspirar a las personas, que confían en mi habilidad como médico estético, en cada uno de sus procesos de transformación de imagen y tratamientos anti-edad.

Motivos de consulta en medicina estética

En mi práctica diaria , son incontables las razones que motivan a mis pacientes a visitar mi consulta.

En mi experiencia personal y profesional, existen cuatro variables que siempre se repiten convirtiéndose en común denominador para todos los pacientes.

Sin importar cuál sea su motivo de consulta, las personas siempre muestran interés en conocer si el procedimiento es doloroso, si aparecen hematomas posteriormente, si el cambio será permanente y por último (aunque a veces indagado de primero) cuanto es el coste del tratamiento.

Sobre el dolor

Me atrevo a decir que sobre un 90% de mis tratamientos los aplicó mediante el uso de agujas.

La piel (precisamente la epidermis) es considerada como un verdadero tejido sensorial, ya que aparte de actuar como una barrera protectora, es una lugar importante donde se perciben o reciben diversos estímulos del medio externo. Esto es posible gracias a un gran número de terminaciones nerviosas junto a proteínas sensoriales y neuropéptidos que se encuentran en la epidermis.

Las agujas, al penetrar realizan un corte muy preciso lacerando la piel y otros tejidos. Esto desencadena una señal percibida por el cerebro como un estímulo doloroso, cuya intensidad varía de individuo a individuo.

Por lo tanto, en un gran porcentaje de los tratamientos hay un dolor implícito por la propia naturaleza del procedimiento.

Debido a este hecho y para proveer mayor confort a mis pacientes; en la gran mayoría de los casos aplico anestesia tópica antes del procedimiento. En otros casos realizó anestesia local en la zona a tratar, así como en otros tratamientos no utilizó anestesia porque son excelentemente tolerados sin ella, como por ejemplo botox.

Algunos productos, o por lo menos los HA (hyaluronic acid o ácido hialurónico en español) que utilizó contienen lidocaína en su mezcla. A medida que se van instilando producen un efecto analgesico en la zona tratada produciendo mayor confort para el paciente.

A pesar de que siempre hay dolor y que existe un criterio de individualidad en donde cada quien reacciona de forma distinta ante el mismo estímulo; la intensidad del dolor no es muy elevada. En una escala EVA de dolor del 1 al 10 (siendo 10 lo más intenso) suele ubicarse entre un 2 – 3 de intensidad.

En fase posterior a los tratamientos pueden existir leves molestias que pueden durar hasta la primera semana post tratamiento. Nada que un paracetamol no pueda calmar si se precisa. Si el paciente llegase a presentar una sensación dolorosa muy elevada en la zona tratada, durante las primeras 72 horas posterior al procedimiento, deberá comunicarse con su médico lo antes posible para evitar complicaciones, ya que pudiese tratarse de un signo de alarma!

Ser consciente de la naturaleza de los procedimientos a los cuales te vas a someter y comprender que desencadenan estímulos dolorosos leves, pero muy bien tolerados, ayuda a vencer el miedo y a tener una mejor experiencia durante los tratamientos.

Con respecto a los hematomas

La cara es una parte del cuerpo que cuenta con muchos vasos sanguíneos. De hecho si alguna vez has presenciado un accidente que afecte la cara, podrás haber notado cómo incluso pequeñas heridas pueden conllevar a sangrados importantes que se pueden categorizar como abundantes o escandalosos. No solo hay una red arterial, sino también una red venosa, centenares de ramificaciones duplicadas en dos sistemas, que viajan a distintos planos de profundidad a lo largo de toda la cara.

Si se llega a lacerar un vaso sanguíneo la sangre se extravasa (se sale de su vaso o conducto) y se produce un hematoma. Nadie está exento, ningún paciente ni tampoco el médico más experimentado. Por si fuera poco, los trayectos de los vasos sanguíneos pueden variar de individuo a individuo, pueden modificarse tras cirugías previas (por ejemplo rinoplastias) o simplemente ser variantes anatómicas.

Las probabilidades estadísticas de presentar hematomas son altas, casi un 50% con cada punción. Lo más importante para disminuir los riesgos, es acudir a un profesional calificado y actualizado. Que cuente con conocimientos de anatomía y que manipule los tejidos con gentileza. Utilizando técnicas actuales y materiales de calidad, ofreciendo a sus pacientes tratamientos seguros. Otro factor que puede ayudar, es intentar estar lo más quieto posible durante el procedimiento, ya que movimientos súbitos de la cara o el cuerpo, ponen en riesgo tanto al paciente como al médico de accidentes. Pero aun así hay que comprender que los hematomas pueden suceder.

De acontecer suelen durar 21 días, variando camaleonicamente de tono desde lo más oscuro hasta lo más claro. En mi experiencia profesional no suelen ser masivos. Las primeras 96 horas suelen ser más aparatosas, pero a la semana se resuelven en un 60% a un 70%. El uso de hielo durante periodos cortos (10 a 15 minutos) de forma repetida varias veces al día y de antiinflamatorios tópicos como la crema de árnica, puede ayudar a una resolución más rápida del proceso. El uso de maquillaje en fases iniciales puede ayudar a enmascararlos.

¿Permanente?

Realmente, el uso de materiales permanentes inyectados es una apuesta del pasado. Demostró resultados desfavorables y un gran daño para la salud; no solo física sino mental de muchos pacientes que fueron sometidos a estas tecnologías. Si no sabes sobre que me estoy refiriendo les invito a investigar sobre biopolímeros (metacrilato, silicona) y su impacto negativo sobre la salud.

Comprender que la vida es dinámica, es un factor muy importante a tener en cuenta con respecto a la realización de tratamientos faciales, sobre todo aquellos que impliquen sustancias de relleno o fillers (en inglés). A lo que me refiero con esto es que a pesar de los buenos hábitos (alimentación y estilo de vida) que tengamos y de los tratamientos que realizamos el proceso de envejecimiento no cesa, no hay botón de stop!

Por lo tanto, la cara que tenemos hoy será diferente a la que tendremos en diez años o en veinte años. Por ende, las necesidades de los tejidos serán distintas con el paso del tiempo, al igual que los tratamientos y las dosis para los mismos. Por esta razón, estandarizar los procedimientos es algo muy complejo y deben ser adaptados a las necesidades de cada individuo.

El hecho de que un tratamiento no sea permanente le proporciona la seguridad al paciente. Si por cualquier razón o motivo no le gustan sus resultados, estos desvanecerán con el tiempo y volverá a su estado original; no empeorara como suelen preguntarme algunos pacientes. Aunque si mejorara su calidad de piel, ya que hay algunos estudios que avalan el hecho de que el HA (hyaluronic acid o ácido hialurónico en español) estimula la síntesis de colágeno.

En resumen, los materiales de relleno permanentes que son inyectados en el cuerpo, no son seguros y pueden perjudicar la salud de las personas, produciendo deformidades que solo se podrán solventar (Y no es en todos los casos) mediante su extracción por cirugía. Esto puede generar cicatrices que pueden ser impredecibles y que sí serán permanentes o tarden muchos años en desvanecer.

Sobre el aspecto monetario

“Lo barato sale caro”, es una frase que resuena en mi mente cuando personalmente me corresponde hacer una inversión. Si de paso se tratase de mi cara (mi carta de presentación ante el mundo) fuera un poco más cauteloso a la hora de escatimar en mis tratamientos.

No me refiero a que “lo más caro sea lo mejor”, pero sí a ser consecuentes. Un punto a entender es que los precios en esta rama de la medicina son elevados. En parte porque las tecnologías y los materiales que utilizamos en el proceso presentan un coste elevado. Por otra parte y probablemente uno de los factores más importantes a tomar en cuenta a la hora de elegir tu médico estético; es la formación y experiencia del profesional que estas eligiendo.

¿Posee título médico?

¿Posee alguna otra subespecialización médica acreditada vía MIR?

¿Es miembro activo del colegio de médicos?

¿Es miembro activo de la SEME (sociedad española de medicina estética) o de alguna otra asociación profesional con reconocimiento nacional o internacional?

¿Asiste a jornadas de actualización continuada?

Como pueden apreciar son variables que requieren de mucho trabajo, esfuerzo y dinero para alcanzar. No eximen a nadie de riesgos, pero sí aportan seguridad, tranquilidad, confort y buenos resultados a ustedes nuestros pacientes.

Así que antes de elegir un tratamiento en un centro no calificado, por presentar un precio más económico, se audaz e inteligente y verifica a tu centro y a tu médico. Recuerda que tratamientos realizados por personas inexpertas pueden generar lesiones que dejen cicatrices o marcas permanentes, que sí serán muy complicadas y costosas de remediar.

Próximamente seguiré generando más entradas de interés. Pero me encantaría saber mas de ti! Si tienes alguna consulta, no dudes en escribirme que responderé tu mensaje, o solicita tu primera visita totalmente gratis y podré resolver tus preguntas personalmente.

Saludos,

Dr. Carlos Zito

Signos de alarma

La popularidad de los tratamientos estéticos continúa al alza. En parte porque cada vez hay menos tabúes sociales, por el rápido crecimiento y penetración de la tecnología a nuestras sociedades, y porque cada vez son más hombres y “millennials” (personas entre 21 y 35 años) que se exponen a este tipo de terapias.

Los avances tecnológicos, científicos y humanos han conllevado a que estos tratamientos sean la primera elección de muchas personas a la hora de abordar temas estéticos. La razón principal es la de ser considerados como muy seguros y generar cortos periodos de convalecencia. Pero esto no significa que están exentos de complicaciones.

Es un hecho que la gran mayoría de las complicaciones son mínimas, transitorias, autolimitadas (se resuelven por sí solas), son extremadamente frecuentes (pequeños moretones, molestias o sensibilidad residual, aumento de volumen, enrojecimiento) y están consideradas “dentro de la normalidad”. Algunos autores han propuesto que sería más apropiado llamarlas “reacciones adversas” más que complicaciones verdaderas.

Existen también otro tipo de complicaciones, las cuales no suponen un daño físico propiamente dicho, sino son más bien de índole estético, también son autolimitadas (se corrigen por sí solas) como por ejemplo las hipercorrecciones, irregularidades o asimetrías , visibilidad del material relleno, aparición de pequeños nódulos.

Sin embargo existen lo que llamaré como complicaciones “verdaderas”, y son aquellas en donde si existe un daño físico y de no presentar una atención médica temprana y oportuna pueden conllevar a resultados desfavorables o cicatrices permanentes que serán muy difíciles y costosas de remediar.

Esta es una de las principales razones por las cuales te recomiendo visitar a un profesional médico calificado y capacitado para realizar tus tratamientos. El médico no solo posee la habilidad de proveer tratamientos seguros y actualizados, sino que también tiene la capacidad de identificar posibles complicaciones pero aún más importante dispone de herramientas para solventarlas si llegasen a presentarse.

Puede que después de estas líneas que empieces a preguntarte ¿cómo puedes saber o intuir que algo no va bien con tu tratamiento?

Para orientarnos en medicina, utilizamos los signos de alarma, y es precisamente el mensaje que yo quiero compartir con ustedes hoy. La definición de signo, en medicina, corresponde a las manifestaciones objetivas, clínicamente fiables, que observa el médico durante el examen físico del paciente. Es decir debe ser visible, tangible, cuantificable, y comparable.

Se entiende por alarma como la señal o aviso que advierte sobre la proximidad de un peligro. Si combinamos ambos conceptos podemos concluir que un signo de alarma son aquellas “manifestaciones objetivas que advierten de la proximidad de un peligro”.

Puede que en estos momentos te preguntes ¿qué es un síntoma? Son aquellas referencias subjetivas que percibe o reconoce un individuo ante un estado patológico o enfermedad, por lo tanto no son visibles ni tangibles, no pueden medirse ni compararse.

Volviendo al epicentro de este artículo, cuales pueden ser los posibles signos de alarma que te pueden ayudar a identificar que algo no va bien?

• Aumento de tamaño masivo de la zona tratada, por lo menos más de 3 veces su tamaño normal.

• Hinchazón que se acompaña de escozor y vesículas (llagas), en especial si has padecido de herpes labial en el pasado.

• Aumento de volumen, acompañado de dolor al tacto, calor local, y fiebre.

• Supuración acompañada de aumento de volumen, dolor al tacto y calor local.

• Dolor muy intenso al tacto, que cada vez va a más, acompañado de zonas de palidez alterna con tonos de piel moteados de color púrpura y rosa.

• Pérdida de visión súbita.

Quiero recalcar que fiebre: temperatura mayor o igual a 38ºC, que no cede a pesar de la toma de anti-inflamatorios o medidas físicas como duchas de agua fría.

Si presentas alguno de estos signos deberás:

• Mantener la calma

• Comunicarte con tu médico tratante e intentar gestionar una valoración lo antes posible.

• De no poder comunicarte con tu médico tratante, intentar contactar con otro profesional de tu ciudad quien pueda atenderte con inmediatez.

Recuerda que puedes estar frente a una complicación verdadera. Ante la duda, lo más prudente siempre es comunicarte con tu médico. Ten presente que vale mas ocuparse que preocuparse.

Como siempre espero que este artículo sea de utilidad. Para más consultas puedes contactarme libremente, que encantado podré orientarte y guiarte en tus tratamientos médico estéticos.

Un saludo!

Dr. Carlos Zito

Ya he realizado mi tratamiento ¿y ahora qué?. ¡La organización es la clave!

Tanto como si es la primera vez que te expones a un tratamiento o eres una paciente habitual, es recomendable tener unos cuidados mínimos para mantener un margen de seguridad y obtener los mejores resultados de tu tratamiento.

Entender cómo se comporta tu cuerpo después de los tratamientos te familiariza con los signos esperados “dentro de la normalidad” y te ayudará a identificar posibles signos de alarma. Saber que cuidados debes mantener te ayudará a evitar factores de riesgo.

Comprender que inmediatamente después de tus tratamientos empieza un proceso inflamatorio es importante. La inflamación es la forma como nuestro cuerpo se repara después de cualquier agresión o lesión. Gracias a un enciclopedista romano llamado Celsus (25 AC – 50 AD), sabemos desde hace siglos que este proceso naturalmente es acompañado de enrojecimiento, calor, dolor y aumento de volumen en la zona afectada.

Esta reacción inflamatoria se considera normal y es responsable de que puedan existir de forma transitoria pequeñas asimetrías , enrojecimiento de la piel, hematomas, disconfort al tacto, dolor de cabeza, dolor al masticar o con otros gestos faciales que involucren la zona tratada. Pero tranquilos,de suceder estarían presentes solo los primeros días. Por esta razón, es prudente e inteligente evitar compromisos sociales importantes durante los primeros días después de tu tratamiento. Una vez desaparezca el proceso inflamatorio, notarás la energía, vitalidad y alegría que luce tu rostro así como la sensación de bienestar atribuida.

El nivel de inflamación, dependerá mucho de los cuidados que mantengas sobretodo en las primeras 24 horas después del tratamiento. Debes evitar aquellas actividades que promuevan la inflamación (pro inflamatorias) ya que pueden acentuar y prolongar los signos físicos.

Yo recomiendo evitar durante las primeras 24 horas:

• Actividad física exhaustiva.

• Ingesta de alcohol.

• Ingesta de sustancias estimulantes u otros tóxicos.

• Exposición solar prolongada.

• Fuentes de calor directo: saunas, piscinas, rayos uva, vahos, vapor.

• Baños en piscinas.

• Comprimir la zona tratada.

• Maquillaje durante las primeras 24 horas.

• Acostarte durante las primeras 4 o 6 horas.

• Aplicar sustancias irritantes (alcohol, tónicos faciales, perfumes, aftershaves).

Recuerda, la respuesta inflamatoria es variable de individuo a individuo, pero siempre está presente de mayor o menor grado. Suele ser más evidente durante los primeros tres a cinco días y luego va disminuyendo gradualmente hasta desvanecer en su totalidad. En mi experiencia, una vez transcurrida la primera semana, suele haber cedido hasta un 80%.

Ten en cuenta estos consejos y no tendrás que verte en apuros en momentos importantes de tu vida como pueden ser: la boda de un ser querido, una primera cita, relacionarte con tus suegros por primera vez, y ni hablar de compromisos laborales; solo por mencionar algunos escenarios frecuentes.

Si te ha gustado este contenido, mantente atento que en mis próximos post estaré hablando sobre signos de alarma, como reconocerlos y qué hacer en el caso de que estén presentes. Te invito también a que me transmitas cualquier interrogante que tengas. Estaré encantado en orientarte y ayudarte.

¡Saludos!

Dr. Carlos Zito

Doctor, dígame ¿usted qué cree que yo necesito?

Cada día es mayor el número de personas que acuden a mi consulta solicitando una valoración y un plan de tratamiento que se ajuste a sus necesidades, exponiendome un “¿Doctor y usted qué cree que yo necesito?”. La respuesta a esta pregunta es complicada pero no imposible. El proceso de envejecimiento produce cambios puntuales en todas las estructuras corporales. Estos cambios suceden orquestrados como una reacción en cadena, y al sumarse, los resultados tienen un impacto negativo sobre el cuerpo humano en su totalidad.

Es decir no envejezco por que me aparecen arrugas en la frente, o un surco nasogeniano muy pronunciado, estos son simplemente signos de envejecimiento, que es un proceso complejo, constante y continuo, que inicia desde el momento en que nacemos. Comprender cuales son estos cambios, cómo empiezan a manifestarse con los años y conocer en qué punto de la línea de tiempo me encuentro, son variables muy útiles para poder identificar qué tipo de tratamiento necesito hoy y cual puedo llegar a necesitar más adelante.

En nuestro rostro existen distintas zonas y planos, que van desde lo más profundo (hueso) hasta lo más superficial (la piel) y cada una de estos planos, y su comportamiento individual, representa todo un reto para el médico a la hora de planificar tratamientos. Con el tiempo las estructuras que componen la cara se desgastan y pierden tamaño, esto es muy evidente si realizamos una comparación entre un niño y un anciano; el niño tendrá naturalmente la cara muy plena con silueta más redondeada y el anciano tiende a presentar una cara más delgada, con hundimientos, surcos, ángulos más agudos, y zonas con flacidez muy notoria.

Es importante para mis pacientes a la hora de generar la pregunta del millón, comprender las diferentes rutas que existen dentro de la medicina estética mínimamente invasiva. Cuando la cara presenta muchos hundimientos y surcos, hay que empezar a reestructurar los cimientos, trabajando desde lo profundo hasta lo más superficial. Es decir desde el hueso que es donde se apoyan el resto de estructuras, así como el tejido graso que se va atrofiando con el tiempo y así lograr reponer el tejido estructural que se ha perdido. Hay pacientes que requieren mejorar la flacidez y resaltar su silueta de su cara mediante lo que llaman en ingles countouring que vendría siendo contornear el rostro, creando un lifting no quirúrgico que redefine y mejora la silueta facial. Existen otros pacientes que requieren simplemente embellecer ciertas partes de su rostro como pueden ser los labios o una nariz por dar algún ejemplo. Otras casos requieren crear una nueva estructura que nunca ha existido, como puede ser el caso de un mentón. Muchas veces hay que combinar tratamientos para lograr armonizar y balancear el rostro. Luego está la piel que es un mundo aparte. Es el órgano más grande del cuerpo humano y están descritas cientos de alteraciones desde la simple deshidratación, como trastornos de la coloración, arañas vasculares, lunares solo por mencionar algunos.

Ejemplo 1

Una persona con signos de envejecimiento muy marcados representa mayor dificultad técnica y sus tratamientos serán más complejos y generalmente más costosos ya que requieren de mayor cantidad de producto y de tiempo técnico del médico para alcanzar los mismos objetivos que otros pacientes con los mismos problemas pero de menor severidad. No todas las personas somos iguales, es verdad, pero el proceso de envejecimiento si nos afecta de la misma forma a todos, en mayor o menor grado, mas rapido o mas lento, pero todos los seres humanos estamos destinados a envejecer.

Es por esto que para conseguir buenos resultados y adquirir un aspecto saludable, más energético, positivo y natural, se deben realizar tratamientos integrales, respetando un orden sistemático, mediante un abordaje inteligente, pensado para adaptarse a las necesidades individuales de cada caso. Esto permitirá optimizar el tratamiento al máximo, obteniendo mejores resultados, así como un mayor grado de satisfacción por parte del paciente. Otro hecho real es que existen diversas tecnologías que pueden abordar un mismo problema desde distintos ángulos. Esto se puede prestar a confusión, pero precisamente ahí radica nuestra labor como médicos en orientar y guiar al paciente mediante las diferentes opciones terapéuticas que están disponibles. Usualmente existen indicaciones concretas que sirven como punto de apoyo a la hora decidir sobre cuál tratamiento elegir para cada caso.

Desde mi punto de vista personal todos los pacientes necesitan más información. Información veraz y útil, que les acerque más a las nuevas tecnologías, para que puedan empezar a gozar de los beneficios de estas terapias. Para que puedan dejar atrás los tabúes sociales y farmacológicos que limitan a las personas al uso de medicamentos como botox o el ácido hialurónico por temores fundamentados principalmente en la desinformación y la mala publicidad. Información que les ayude a los pacientes comprender que este es un mundo médico basado en la ciencia, que está en continuo avance, por lo tanto es muy dinámico y cambiante. El resultado será una mayor compenetración y entendimiento entre el médico y el paciente, para intentar generar esa sintonía y comprender las necesidades individuales de cada persona, entender sus expectativas, y poder entregar tratamientos que generen los resultados deseados.

Si quieres conocer qué plan de tratamiento se adapta mejor a tus necesidades, no dudes en solicitar una visita, en donde tras una valoración inicial y un análisis facial podré estructurar el plan de tratamiento que se ajuste mejor a ti.

¡Nos vemos en la consulta!

Dr. Carlos Zito

La consulta en medicina estética

Todos mis pacientes acuden a la consulta con un fin común embellecer y mejorar su imagen. Pero la gran mayoría de ellos no sabe cómo empezar ni lo que están buscando para mejorar. Muchas personas solicitan tratamientos que están de moda, o el mismo tratamiento de su amiga o vecina porque consideran que le ha sentado muy bien y que ellas o ellos también se pudiesen beneficiar al recibir el mismo tratamiento para mejorar su aspecto.

Lo cierto es que no todos los rostros son iguales, y que aunque todos los signos de envejecimiento son universales e iguales para todo los seres humanos, el ritmo en que estos empiezan a mostrarse es muy distinto de individuo a individuo.

Ahí, radica la importancia de la valoración médica. Es el momento en donde el médico intenta entender las necesidades, objetivos y expectativas de cada paciente mientras lo analiza y dilucida lo que esté realmente necesita, cuales son los tratamientos de mayor impacto para ella o él y cual seria la forma mas efectiva de iniciar un plan de tratamiento que se ajuste a sus necesidades personales.

Por lo tanto considero importante tener algunos puntos claros antes de acudir a tu consulta medica. En primer lugar hay que ubicar un punto de partida. Antes de tu visita mirate al espejo e intenta listar en orden de importancia de mayor a menor, tres elementos de tu cara o cuerpo que quisieras mejorar o trabajar. Esto agiliza la comprensión de ambas partes y hará que saques el mayor provecho de tu visita.

Intenta acudir a la visita sin maquillaje o con el mínimo posible. Las mujeres conocen bien los efectos y resultados que se pueden conseguir mediante el uso de maquillaje. Por lo tanto saben que puede modificar discretamente las facciones faciales. Esto significa que también pueden modificar para nosotros los profesionales puntos de referencia en la cara, conllevando a diagnósticos imprecisos, errores de cálculo o a sesgos durante la evaluación. Entiendo que muchas veces acudas directo del trabajo, pero intenta en la medida de lo posible, lavar tu cara y aclarar tu maquillaje antes de la visita.

No es imperativo, pero sería de gran utilidad si traes contigo una o varias fotos de años o décadas anteriores. Esto me ayudará a valorar cómo ha envejecido tu rostro, qué zonas han perdido volumen, que estructuras tenias y cuáles no.

Nosotros los profesionales no tenemos ninguna intención de herir tu sensibilidad. Pero ciertamente entendiendo que tratamos temas que a veces no son gratos para la persona que está siendo analizada, ya que se resaltan los aspectos negativos de su físico. Recuerda que nadie es perfecto (incluyendome) pero que estamos utilizando la ciencia y tecnología para contrarrestar los signos del tiempo y mejorar tu aspecto. Ten un poco de paciencia, entiende que no es nada personal y mantén una actitud receptiva durante tu visita.

Comprender la Importancia de la dosis correcta es clave. Al día de hoy hemos avanzado tanto a nivel de estética facial, que ya tenemos toda la cara codificada, los puntos a tratar junto con sus dosis mínimas efectivas para conseguir resultados. Esto nace a raíz de que muchos pacientes después de ciertos tratamientos quedaban con la sensación de haber perdido su tiempo y dinero sin llegar a conseguir los resultados que buscaban. Muchos pacientes han sido infratratados, ya sea por no disponer de un presupuesto adecuado que cubriera sus necesidades y querer abarcar múltiples zonas faciales (dilución del tratamiento) y o combinado con la falta de conocimiento de la dosis correcta por parte del médico tratante, o por consentir la decisión no profesional del paciente mediante su lógica coloquial (no médica). Por más que pienses que un poquito de producto aquí y allá va a lograr los resultados esperados, no lo hará a menos de que cumpla con las dosis mínimas efectivas.

Por último quiero exponer que no poseemos un portal de belleza en donde atraviesas y te conviertes en princesa de fábula que tu mente a preconcebido. La medicina estética es un tema de procesos, donde se van consiguiendo resultados progresivamente, mediante la combinación de tratamientos. Entiende que los tratamientos desencadenan respuestas inflamatorias, por lo tanto los primeros días probablemente no estés 100 por ciento a gusto con tus resultados, pero si eres paciente te aseguro que te encantaran.